El retiro está centrado en el crecimiento personal a través de talleres vivenciales, yoga, meditación y dinámicas dirigidas por terapeutas. Las personas que participan en el retiro vienen con una intención clara de parar, mirar hacia dentro y vivir un proceso más profundo.

Las Vacaciones Alternativas Saludables, en cambio, ofrecen una forma de cuidarse sin necesidad de entrar en ese trabajo interior. Incluyen actividades como salidas a la playa, rutas culturales, tiempo libre en la piscina, paseos o tertulias al aire libre. Todo con un enfoque saludable, humano y sin exigencias.

Lo más habitual es que las personas combinen ambas cosas según su energía, su momento vital y su necesidad cada día. Esa posibilidad de elegir libremente es lo que hace que esta experiencia sea tan especial y transformadora.

Sí, es posible, y está contemplado dentro de la organización.
Sin embargo, en la práctica, la mayoría de personas que vienen en verano terminan combinando actividades vacacionales con talleres del retiro. Solo un pequeño porcentaje hace únicamente vacaciones saludables durante toda la estancia.

Hay personas que llegan con la idea de no participar en nada del retiro, pero al sentirse cómodas con el grupo y ver el ambiente cercano, libre y respetuoso, se animan a probar alguna actividad. Muchas descubren que lo emocional también puede vivirse de forma amable, y se abren poco a poco a algo nuevo, a su ritmo y sin presión.

Sí, es posible, y está contemplado dentro de la organización.
Sin embargo, en la práctica, la mayoría de personas que vienen en verano terminan combinando actividades vacacionales con talleres del retiro. Solo un pequeño porcentaje hace únicamente vacaciones saludables durante toda la estancia.

Hay personas que llegan con la idea de no participar en nada del retiro, pero al sentirse cómodas con el grupo y ver el ambiente cercano, libre y respetuoso, se animan a probar alguna actividad. Muchas descubren que lo emocional también puede vivirse de forma amable, y se abren poco a poco a algo nuevo, a su ritmo y sin presión.No. Este no es un espacio de fiesta ni un resort turístico.
Las Vacaciones Alternativas Saludables se desarrollan en un entorno natural, tranquilo y respetuoso, donde se comparte espacio con personas que están haciendo un retiro espiritual.

Por eso, el ambiente es más silencioso, amable y relajado.
No hay música alta, ni actividades nocturnas tipo baile o discoteca. Las cenas suelen ser espacios para compartir con calma, y las noches se viven con tertulias tranquilas, momentos espontáneos de música suave o simplemente descanso.

Quienes vienen no buscan desconectar para evadirse, sino reconectar consigo mismos desde un lugar sano, auténtico y sin artificios.

No. Este no es un espacio pensado para la fiesta nocturna ni para volver a altas horas de la madrugada.
Aunque no existe un horario límite estricto, se espera que se respete el ambiente de calma, ya que muchas personas están descansando o han vivido un taller emocional durante el día.

En casos puntuales, hay quien sale a cenar con amigos de la zona y regresa con discreción. Pero salir de fiesta y volver tarde haciendo ruido no está contemplado dentro de la propuesta.
No es una cuestión de normas, sino de cuidar la convivencia.

No se permite el consumo de alcohol destilado (como cubatas, licores o combinados).
Esto no es una norma moralista, sino una decisión consciente para preservar el descanso, la tranquilidad y el respeto dentro del grupo, especialmente por la noche.

Durante las comidas se sirve vino, y hay cerveza (con y sin alcohol) en máquinas expendedoras para quienes quieran tomar algo de forma moderada.
Aquí no se prohíbe disfrutar, pero se cuida el entorno para que todas las personas puedan sentirse seguras y respetadas.

El perfil es muy diverso, pero hay algunas características comunes que se repiten con frecuencia.

La franja de edad con mayor presencia está entre los 35 y los 55 años, aunque también participan personas jóvenes a partir de los 20 y adultos mayores que siguen activamente comprometidos con su bienestar. Esta variedad de edades enriquece mucho la convivencia y favorece un ambiente muy humano, natural y respetuoso.

Una gran parte de los participantes son profesionales de la salud, la enseñanza, directivos de empresas, emprendedores y personas autónomas. Son personas activas, con un alto nivel de implicación en su día a día, que encuentran aquí un espacio donde parar, reconectar y cuidar su equilibrio interior.

En cuanto al género, la mayoría suelen ser mujeres, con una proporción aproximada del 65 al 75 %, frente a un 25-35 % de hombres.
Aun así, cada grupo es único, y lo más importante es el tipo de ambiente que se crea: cercano, respetuoso y profundamente auténtico.

Sí, por supuesto.
De hecho, la mayoría de personas vienen solas, muchas por primera vez. Y desde el primer día se sienten bien acogidas.

El ambiente que se crea es muy natural, y eso facilita que surjan vínculos reales sin necesidad de forzar nada. Se comparten espacios, actividades, conversaciones… pero siempre con respeto a los ritmos personales y sin presión.

Muchas personas que vienen solas se van con amistades profundas que perduran más allá del retiro. Aquí puedes estar acompañado/a sin perder tu espacio, y eso es algo que se valora mucho.

Solo se requiere ser mayor de edad.
Las franjas con mayor presencia están entre los 35 y los 55 años, pero también participan personas de 20 a 30 años con inquietudes personales, así como muchas personas de 60 años o más, que aunque ya no están activas laboralmente, siguen cuidándose con plenitud y disfrutan del entorno, las actividades y la convivencia.

La mezcla de edades es una de las riquezas del grupo. No se crean subgrupos por generaciones, ni hay distancias.
Aquí, más que la edad, lo que cuenta es la actitud con la que llegas: ganas de cuidarte, compartir desde el respeto y vivir unos días de bienestar y conexión.

Estas vacaciones y retiros no están pensados para hacerlos en familia con niños pequeños.
El entorno, las actividades y el tipo de convivencia requieren un cierto nivel de autonomía, introspección y respeto al ritmo del grupo, que no suele encajar con las necesidades de la infancia.

Dicho esto, en algunos casos puntuales, sí ha venido alguna madre o padre acompañado de su hija o hijo adolescente (a partir de los 14 años), siempre que el joven tenga madurez suficiente para participar en la convivencia con respeto y se valore que la experiencia puede ser adecuada para él o ella.

Si tienes dudas sobre un caso concreto, podemos valorarlo personalmente y darte una respuesta adaptada.

Esta flexibilidad permite que vivas la experiencia desde tu libertad y tu momento personal, sin compromisos previos ni planificación rígida.

Sí, y de hecho es algo bastante habitual.
Muchas veces vienen parejas, madres e hijas, hermanas, amigos o amigas, en las que una persona ya ha hecho retiros anteriormente y la otra prefiere empezar por una experiencia más relajada, como las Vacaciones Saludables.

Gracias a la doble actividad, cada persona puede elegir su propio camino sin necesidad de hacer lo mismo que su acompañante.
Uno puede asistir al taller de crecimiento personal, mientras el otro hace una salida cultural, disfruta de la playa o se relaja por su cuenta… y luego se reencuentran para cenar, compartir y descansar juntos.

Este formato permite compartir desde la libertad, sin presiones ni exigencias, y muchas veces fortalece los vínculos entre las personas que vienen juntas.

Sí. De hecho, para muchas personas las Vacaciones Alternativas Saludables son una puerta de entrada perfecta.

Hay quien llega con dudas, pensando que lo del retiro no es para él o para ella. Pero al ver el ambiente cercano, natural y sin presiones, se siente cómodo/a y acaba probando algún taller o actividad emocional. Y muchas veces, esa primera experiencia marca un antes y un después.

Lo bonito de este formato es que no tienes que comprometerte a nada de entrada. Puedes venir solo por las vacaciones, y si en algún momento te apetece explorar otra parte de ti, hay un equipo dispuesto a acompañarte con cuidado y respeto.

No es el objetivo, pero a veces sucede.
Este no es un espacio diseñado para ligar, pero sí es un entorno donde se generan vínculos reales. Las personas que vienen comparten inquietudes, sensibilidad y ganas de cuidarse. Y eso crea una base muy distinta a la que se da en unas vacaciones convencionales.

Al compartir talleres, paseos, playa, conversaciones y momentos auténticos, es normal que surjan amistades profundas… y también, en algunos casos, relaciones de pareja.

Lo más habitual es que las personas se lleven una red de afecto sincera y duradera.
Aquí se liga menos con los ojos y más con el corazón.

Lo más común son las amistades intensas y profundas.
Al vivir una experiencia compartida donde se abren espacios de escucha, autenticidad y convivencia sin máscaras, es muy fácil conectar de verdad con otras personas.

Muchas de estas amistades continúan mucho más allá del retiro. Se crean grupos de contacto, reencuentros, visitas mutuas… e incluso proyectos compartidos.

También han surgido parejas que comenzaron aquí, …
En cualquier caso, el vínculo que se genera en este entorno es sano, respetuoso y con raíces más profundas que en otras experiencias más superficiales

Después de la cena, el ambiente es relajado y tranquilo.
Cada noche puedes elegir cómo terminar el día: algunas personas suben a la sala a participar en la propuesta del retiro (relajación guiada, canto de mantras, meditación…), otras prefieren descansar en la habitación o quedarse en el jardín disfrutando del aire libre y las tertulias espontáneas.

A veces se programan actividades suaves: alguien toca la guitarra, se propone una dinámica creativa o simplemente se charla en grupo.
No hay ruido, ni prisas, ni actividades forzadas. Cada noche se adapta al grupo, a la energía del día y a lo que surge de forma natural.